Cuenta la leyenda que en un campamento de verano los campistas estaban cantando en la hoguera cuando de repente escucharon gritos que venían del bosque. Todos estaban aterrorizados, decidieron ir a investigar. En el bosque había un cementerio y en él había calabazas en las tumbas talladas con caras terroríficas.
Una niña llamada Susana escuchó de nuevo los gritos pero esta vez decían "venir con nosotros". Susana sintió un terror enorme y se le puso la cara más blanca que la nieve. Siguieron caminando por el cementerio y vieron a lo lejos un hombre con un cuchillo en la mano que gritaba ¡¡ Ya están aquí !!Los campistas salieron corriendo, pero se pararon al escuchar la música típica que se ponía en el festival de la calabaza. Se dieron cuenta de que hoy era este festival y todos los años por la noche se hacía una fiesta a la que todo el mundo estaba invitado y en la que cenaban un buen plato de gachas dulces. Los campistas se unieron a la fiesta y descubrieron que el hombre que llevaba un cuchillo en la mano estaba tallando calabazas. Susana al principio estaba muy confusa, pero al rato estaba pasándoselo bien tallando calabazas y bailando el baile tradicional.
Al terminar la fiesta la gente se fue al pueblo a pedir golosinas y a divertirse. Recaudaron muchas golosinas y mucho dinero. El dinero lo donaron a la ONG Niños Necesitados que consistía en donar dinero a los niños que más lo necesitan y la golosinas se las comieron entre todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario